
Los habitantes de aquella época la llamaban la tierra de Meluha, un imperio casi perfecto creado muchos siglos antes por Lord Ram, uno de los monarcas más grandes que haya existido jamás.
Ese imperio otrora orgulloso y sus gobernates suryavanshis se enfrentan a graves peligros, pues su río principal, el reverenciado Saraswati, está extinguiéndose lentamente. También se enfrentan a devastadores ataques terroristas desde el este, la tierra de los chandravanshis. Éstos se han aliado con los nagas, una raza aislada y siniestra de humanos deformes con extraordinarias habilidades marciales.
La única esperanza para los suryavanshis es una antigua leyenda: "Cuando el mal alcance proporciones épicas, cuando todo parezca perdido, cuando parezca que vuestros enemigos hayan triunfado, aparecerá un héroe".